jueves, enero 24, 2008
martes, enero 22, 2008
lunes, enero 21, 2008
El placer. Escribir por placer, sólo para sentir justo el relampagueo en las yemas de los dedos. Sentir costillas bajo las díez lenguas que son yemas. Escribir para emular la caída libre, el orgásmico vértigo que eso conlleva. Escribir por deseo de evocar otros mapas fuera de las coordenadas de las letras. Escribir para palpar llagas que pueden ser palabras. Escribir para asir la palabra prodigio. La palabra prodigiosa reverberando en el espacio de la mitomanía; llevándome lejos, al manto furioso que es el Pacífico. Escribir para decir a la cara, para interrogar a la cara. Escribir para hacer preguntas que no serían.
Escribir por puro placer. Sin verguenza, sin secretos,sin himnos, sin faltas.
Escribir por puro placer. Sin verguenza, sin secretos,sin himnos, sin faltas.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)